La historia de Patricia Pinto es un ejemplo claro del impacto transformador de ChildFund.
Nacida en la parroquia rural de Atahualpa, Patricia inició en ChildFund a los ocho años y participó activamente en diferentes programas que la acompañaron durante las etapas de su crecimiento. Recuerda con cariño su tiempo como beneficiaria:
“Siempre fui muy activa, participando en todos los talleres y actividades. Estas experiencias me ayudaron a desenvolverme mejor en la universidad y adquirir habilidades de liderazgo“.
Una profesión con propósito
Gracias a su participación constante, Patricia recibió una beca de ChildFund que le permitió sostener sus estudios hasta finalizar la universidad. Hoy, Patricia es ingeniera en economía y finanzas, y trabaja en el área de riesgos de una institución financiera.
A lo largo de su trayectoria, Patricia ha enfrentado diversos desafíos como mujer y joven. Adaptarse a la vida en Quito y dejar atrás a su familia fue difícil, pero su determinación la ayudó a superar estos obstáculos.
“ChildFund para mí significa motivación. Gracias a los espacios proporcionados, las niñas y mujeres podemos ser escuchadas y tener voz. Nos enseñaron a comunicarnos y nos dieron herramientas para desenvolvernos bien en la sociedad”, afirma.
De beneficiaria a donante
Patricia ahora es donante voluntaria de ChildFund, motivada por su deseo de ayudar a otros niños en retribución a lo que recibió. “Yo fui una de las niñas beneficiadas y todo lo que aprendí me ayudó a ser la profesional que soy hoy. Sé lo difícil que es la situación que muchas niñas y adolescentes tienen que pasar en comunidades como la mía para estudiar o alcanzar sus sueños. ChildFund también nos enseñó que podemos ayudar desde donde estemos y ahora quiero retribuir eso, quiero aportar para que otros niños puedan lograr sus sueños, al igual que yo”, dice Patricia con orgullo.
Patricia tiene un mensaje claro para niñas, niños y jóvenes:
“Esfuércense, persigan sus sueños y aprovechen las oportunidades que se presentan. Con esfuerzo y dedicación, se puede lograr”. Además, destaca la importancia de los valores inculcados por ChildFund, como la solidaridad y el compromiso.
Recordando momentos mágicos
Patricia recuerda con cariño su relación con su padrino de ChildFund, quien siempre estuvo presente a través de cartas y obsequios.
“Había mucha conexión. Mi padrino me apoyaba siempre y me enviaba regalos por mi cumpleaños y Navidad. Sentía que tenía un amigo al otro lado del mundo”.
Patricia ve su futuro con esperanza y determinación. “Me gustaría involucrarme más activamente en los programas de ChildFund. Sé que es sumamente importante para el empoderamiento de las niñas y jóvenes”, dice, reafirmando su compromiso de seguir contribuyendo al bienestar de su comunidad.
La historia de Patricia Pinto es un testimonio inspirador de cómo el apoyo de ChildFund puede transformar vidas. Desde su humilde comienzo en Atahualpa hasta convertirse en una exitosa ingeniera y donante comprometida, Patricia demuestra que, con dedicación, esfuerzo y el apoyo adecuado, es posible superar cualquier obstáculo y alcanzar los sueños más grandes.
ChildFund Ecuador, con cuatro décadas de compromiso, ha sido un faro de esperanza para niñas, niños, adolescentes y jóvenes en todo el país.