Es un sentimiento de afecto y atracción emocional y sexual hacia otra persona. Se expresa a través del deseo de tener una pareja.

Hemos crecido escuchando, leyendo y viendo en libros, telenovelas, películas y canciones, modelos de amor romántico como Romeo y Julieta y frases que hablan de la búsqueda de la “media naranja”, “del amor a primera vista, “el amor que lo soporta todo”, “de los celos, como una demostración de amor” o de historias que terminan con la frase “y vivieron felices por siempre”…

Sin embargo, el ideal del “amor romántico” puede conducirnos a situaciones de dependencia emocional y experimentar algunos tipos de violencia, dado que podemos tener expectativas irreales o inalcanzables cuando nos enamoramos. Identificar los mitos creados entorno a este tipo de amor nos ayudará a construir relaciones de afecto y amor basadas en el respeto y la igualdad.

Esto ocurre cuando: se idealiza a la pareja, se tiene como única expectativa a futuro la unión de pareja (la idealización del matrimonio o la convivencia en pareja), se cree que la pareja “completa” la vida de la persona y que no se puede vivir sin ella o cuando “se hace todo por amor” y eso implica la imposición de la voluntad de la pareja sobre la propia.

Además, se lo concibe únicamente como la unión de un hombre y de una mujer, como la única forma aceptada de amar en el mundo, lo cual da lugar a formas de exclusión, discriminación y violencia hacia uniones diversas.

Identificar los mitos creados entorno al “amor romántico” nos ayudará a construir relaciones de afecto y amor basadas en el respeto y la igualdad.

¿De dónde nace esa idea del amor romántico?

La idea del amor romántico nace con el “romanticismo”, en el siglo XVIII. El romanticismo es una corriente artística y cultural donde el amor y el desamor se convierten en uno de los ejes centrales de las tramas en las novelas literarias.

Las pasiones lideradas únicamente por la subjetividad de los sentimientos colman páginas enteras que van dibujando esta idea del amor romántico desde el sacrificio, los celos, lo trágico, la supuesta belleza de las mujeres, su “debilidad” y la supuesta valentía y osadía de los hombres.

Ideales del siglo XVIII, que tres siglos después, todavía organizan lo masculino y lo femenino dentro de las familias, las escuelas, los trabajos, la institucionalidad pública y todos los espacios de la sociedad. Estos ideales impregnados en la cultura impiden, incluso, pensar en otros sujetos, más allá de esta idea binaria hombre- mujer.

¿Cuáles son las ideas generalizadas que han transitado de generación en generación sobre el amor romántico?

Existen varios mitos que rodean esta idea del amor romántico perfecto, sobre todo de la subordinación de lo femenino ante los afectos, dando lugar a ciertas ideas generalizadas del amor romántico que se pueden resumir en las siguientes:

“La media naranja”: Las personas soportan cualquier comportamiento por parte de su pareja porque consideran que para cada persona existe solo una persona predestinada con la cual podrá ser feliz.

“Te celo porque te quiero”: lo cual aísla a las personas, principalmente mujeres, de su familia y amistades porque para “evitar” el control, el enojo y la violencia por parte de su pareja, evitan salir o chatear con otras personas.

“El amor todo lo puede”: lo que implica que aunque haya violencia en la relación, las personas deciden permanecer en ese círculo, porque consideran que su pareja en algún momento cambiará “por amor”.

“La pareja es todo”: existe la creencia de que al tener una pareja, es obligatorio para las dos personas hacer todo juntas. Con ello se coarta la libertad y autonomía individual, así como el derecho a tomar decisiones propias.

“Es natural la unión en pareja”: esta idea nos lleva a creer que la unión de un hombre y una mujer es la única forma de pareja que existe, fortaleciendo formas de discriminación a parejas homosexuales y, por otro lado, alimenta la idea de que las parejas tienen como objetivo único la convivencia o el matrimonio.

“Y vivieron felices por siempre”: esta es la idea más común de las historias románticas donde se instaura el estereotipo de que para ser feliz es necesario casarse o convivir con una pareja, lo cual se convierte en el proyecto de vida más importante de las personas para sentirse “completas”. Esta idea, además, ocasiona que muchas parejas se mantengan juntas pese a la existencia de hechos de violencia en su convivencia diaria.

¿Cómo se expresa el “amor romántico” en el mundo virtual?

En la actualidad podemos observar como algunos comportamientos violentos del “amor romántico” se han normalizado en el mundo virtual, convirtiéndose en algunos casos en formas de control de la pareja. Por ejemplo:

  • Exigir a la pareja las contraseñas y claves personales y espiar las conversaciones en el teléfono celular o las redes sociales.
  • Obligar a la pareja a enviar imágenes íntimas.
  • Tratar de controlar las interacciones en redes sociales.
  • Censurar fotos o publicaciones y revisar los contactos, las conversaciones o los comentarios en línea.
  • Exigir que la pareja muestre su geolocalización constantemente.
  • Interferir, limitar o prohibir las relaciones digitales con otras personas.
  • Difundir fotos, videos o audios de naturaleza sexual o íntima sin consentimiento.
  • Crear y compartir información que dañe la reputación y credibilidad de una personas.
  • Acoso y amenazas a través de las redes sociales.

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