Una forma de prevenir la violencia en una relación de noviazgo es poner fin a la relación si en ésta aparecen formas de control, dependencia, chantajes o celos excesivos. El tener libertad para tomar decisiones, actuar con autonomía y tener tranquilidad y bienestar no es negociable, y son requisitos fundamentales para tener una relación de pareja. Es fundamental estar siempre en contacto con tus amigos y amigas. Evita cortar, romper o alejarte de las personas con quienes puedes compartir, apoyarte y divertirte. Son precisamente estas personas quienes te ayudarán, si tienes que enfrentar algún caso de violencia.

• Reconocer el miedo que te genera la persona agresora y sus actitudes es un buen primer paso.
• Evaluar tu entorno y las personas con las que cuentas puede brindarte seguridad para romper del silencio.
• Es común que te sientas culpable por las agresiones a las que te enfrentaste y por no poder detenerlas. Nunca es tu culpa, ubicar la responsabilidad de las agresiones sobre quien las ejecuta te brindará alivio.
• Recuerda que muchas personas a tu alrededor han sido testigos de estos actos y también tienen miedo. De seguro si te unes a ellas pueden compartir experiencias y encontrar la fuerza y herramientas para denunciar.
• Es habitual que las personas a tu alrededor justifiquen la violencia a la que te enfrentas para no dañar la imagen de la persona agresora y eso te detenga a la hora de denunciar.
• Busca entre tus familiares y amistades más cercanas personas que te crean, escuchen y entiendan lo que estás viviendo.
• Existen organizaciones de mujeres y de defensa de derechos humanos que te pueden brindar asesoría sobre violencia de género.
• Si decidiste denunciar a la persona que comete el acto de violencia acude a las unidad judicial de violencia contra la mujer y miembros del núcleo familiar más cercana, a las juntas cantonales de protección de derechos, a la fiscalía, a la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) más cercana o llama al 9-1-1.

En caso de que presencies algún hecho de violencia denúncialo o llama a la policía. Si crees que la situación amerita que tú intervengas toma en cuenta las siguientes recomendaciones:

Si la agresión sucede en el espacio público acércate y pregunta:

1) ¿qué hora tiene?

2) ¿qué color de auto acaba de pasar?, entre otras.

Con eso lo que se logra es desorientar y distraer a la persona agresora, detener la agresión momentáneamente y tener tiempo para planificar el abandono del lugar. Además, las personas sabrán que tú estás al tanto de lo que está sucediendo.

No dejes sola a la víctima y hazle sentir todo el apoyo que ella necesita, escúchala y préstale atención.

En caso de que estés al tanto de que una amiga o vecina ha vivido agresiones, acuerden un código de emergencia para intervenir y detener la agresión o escapar del sitio.

Las víctimas de violencia no siempre quieren denunciar a la persona agresora, pero es fundamental acompañarla y no dejarla sola. Además, recuerda que tú puedes denunciar un acto de violencia aunque no se cometa en tu contra.

Si tienes menos de 18 años puedes denunciar un hecho de violencia. No necesitas el acompañamiento de tu padre, madre u otro adulto. Sin embargo, a lo largo del proceso judicial si vas a requerir el acompañamiento de tu familia o el de una persona tutora. Si tienes menos de 18 años y no quieres denunciar un hecho de violencia, tus padres, madres o tutores pueden hacerlo por ti.